lunes, 21 de diciembre de 2009

DISCURSOS REACCIONARIOS, CLANDESTINIDAD, REVUELTA, Y REVOLUCIÓN EN LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE COLOMBIA

Vicente Ruiz


Últimamente nuestro país y el mundo en general han caído bajo el dominio de un discurso alienante elaborado de tal forma que su fin es disfrazado en el nombre de la paz y la democracia, el fin de este discurso no es otro que el sometimiento de las clases populares para que estas no se rebelen, es decir para que no amenacen las estructuras capitalistas vigentes, para impedir cualquier brote de rebelión contra el sistema, es un discurso puramente reaccionario.

Este discurso da la impresión de tener una cierta coherencia o lógica, y al no ser analizado profundamente logra la aceptación incluso de las clases mas oprimidas, sin que estas se den cuenta de donde proviene y con que intereses. Frases utilizadas por cabecillas de las clases opresoras como aquellas que dicen que “la paz no se alcanza con violencia” o “aquí no va ganar la anarquía”, se convierten en argumentos (bastante simples y descontextualizados, pero que le gusta a la gente) para detener las luchas populares, haciendo ver estas como las causantes del caos y la violencia en nuestro país y no como lo que en realidad son: la consecuencia de un “orden” de injusticia y exclusión social, y de una violencia que inicia en el Estado al darse el privilegio de exterminar legal y sistemáticamente, sea de forma directa (desapariciones, homicidios, cadenas perpetuas…) o indirectamente (hambre, mala calidad en salud y educación , ausencia de protección social…) con la población humilde de nuestro país que reclama sus derechos.

Frases como estas representan hoy en día toda una ideología del fascismo que busca penetrarse en la sociedad, buscando una sumisión completa del individuo hacia el Estado y la burguesía. Y la mejor manera de hacerlo es haciendo creer a la gente que lo que se busca es la democracia y la paz; ¿pero de que paz están hablando? No hablan de una paz para todos (aunque así lo hacen creer) si no una paz para las clases privilegiadas, una paz que solo pueden disfrutar quienes no tienen que preocuparse por las condiciones materiales de la vida, es decir una paz burguesa. ¿De que democracia hablan? cuando la historia de nuestro país esta marcada por la hegemonía de una clase oligarca que siempre ha permanecido en el poder y que nunca ha permitido que el pueblo sea quien lo asuma.

En Colombia solemos creer que vivimos en democracia por el simple hecho de que las cabezas mas visibles del régimen se turnan cada 4 años, creemos vivir en un país democrático por que un payaso dice públicamente que no quiere ser reelegido nuevamente y que “perpetuarse en el poder le quita frescura a la democracia” , a la vez que se recogen firmas para este fin en los centros comerciales predilectos por la burguesía, o solemos creer que el gobierno desea la paz por que divulga “marchas por la paz” o en contra de las FARC, mientras que sus aparatos represivos desaparecen estudiantes, sindicalistas, matan campesinos y dicen luego que son guerrilleros dados de baja en combate, mientras le dan amparo legal y beneficios exclusivos a paramilitares que han confesado cientos de asesinatos, para que puedan seguir actuando protegidos por la llamada “ley de justicia y paz”, mientras otros tantos miles de personas mueren de hambre o en paseos de la muerte y no se hace nada. Tal es la paz, la justicia y la democracia de nuestro país.

Si trasladamos todo esto al caso de la universidad publica no falta quienes crean que el gobierno y las directivas de la institución quieren la paz por que manda al ESMAD a parar a “los capuchos que no dejan estudiar” (como suelen decir algunos “compañeros”), sin darse cuenta que si el tropel existe es precisamente por que hay todo un sistema de desigualdad y represión, legitimado y defendido por el gobierno que es quien hace lo posible por no dejar ni estudiar, ni vivir dignamente, ni nada.

Hasta nuestras universidades ha llegado este discurso , que ha generado una división entre los estudiantes, en nombre del pacifismo y del cambio de las circunstancias solo con ideas y no con hechos, como si las buenas intenciones nos fueran a sacar del estado en que estamos, es lógico que hay que generar pensamiento e ideas que busquen un cambio de la sociedad, pero esto no se puede quedar en frases bonitas, hay que despertar a la gente de ese estado de alienación en que ha caído, y bajo las circunstancias del orden neofascista en que vivimos es muy complicado hacerlo de forma abierta sin que represente una amenaza tanto para quienes se proponen una subversión del sistema como para la realización de la subversión misma, esta demostrado que quienes han querido darle vuelta al orden de injusticia y desigualdad en este país abiertamente, han sido asesinados antes de lograr sus objetivos, el gobierno no ha tenido nunca compasión ni razón a la hora de acabar con quien se ha opuesto a él, y cuando se ha visto acorralado ha decidido mostrar una imagen de gobierno dispuesto a negociar para luego traicionar al pueblo como siempre lo ha hecho, ejemplos de todo esto sobran, ya todos sabemos por ejemplo del genocidio de la Unión Patriótica, que es un ejemplo mas que suficiente para argumentar la necesidad de la clandestinidad para avanzar en la construcción de una nueva sociedad, ya que esta permite avanzar en la lucha disminuyendo el peligro de que el movimiento sea desarticulado y desaparecido mediante la aniquilación violenta de todos sus miembros.

El problema del porque la necesidad de la clandestinidad para luchar contra el orden establecido no es un tema nuevo . Trabajar en nombre de un movimiento rebelde abiertamente, facilitara el trabajo del Estado y los paramilitares en su tarea de identificar y detener como sea cualquier movimiento insurgente que piense en otra sociedad mas justa, mientras que el trabajo clandestino además de dificultarles esto, no les permite saber exactamente a quien atacar y sin que se den cuenta pueden ser atacados.

La clandestinidad permite destapar estos discursos reaccionarios e ir en contra de sus propósitos no solo mediante la permanencia de las luchas estudiantiles en los tropeles de la universidad si no también en la creación de una conciencia revolucionaria mayor en la población mediante la comunicación clandestina y otros medios que se pueden utilizar o crear y que abiertamente implicarían un señalamiento inmediato y por consiguiente detendría y limitaría la lucha y el campo de acción, además de condicionar las denuncias y el lenguaje de inconformidad y oposición, que con los diferentes métodos de lucha clandestina se podría manifestar de forma más segura y libre.

Algunas personas creen que ponerse una capucha es un acto de cobardía, por que los estudiantes no dan la cara, estas personas muchas veces no conocen la historia de nuestro país y no comprenden que el país esta lleno de mártires que mueren todos los días y que por lo tanto es necesario proteger la identidad no solo por cuestiones de supervivencia si no por que es mas efectivo educar para la revolución estando vivo que estando muerto (tanto política como biológicamente), es decir: perfectamente podríamos salir a la plaza publica a denunciar con cifras al gobierno paramilitar y a dar nombres propios de los asesinos del pueblo pero lo más seguro es que al poco tiempo se tomen represalias contra las personas que hagan estas denuncias y sean acalladas (sea con una sanción o una amenaza, o como suele ser mas efectivo con su muerte) y entonces hasta hay llegaran las denuncias y la creación de conciencia revolucionaria.

¿Qué pasó cuando Gaitán desafió las oligarquías de los partidos tradicionales?, ¿Qué pasó cuando Galán se atrevió a denunciar los nexos del narcotráfico con el gobierno?, ¿qué pasó cuando las FARC buscaron una salida dialogada y por vías electorales al conflicto del país y surgió la UP? ¿Qué pasó con los integrantes del M-19 después de entregar sus armas? … ¿qué habrá pasado con los miles de colombianos que después de reclamar sus derechos y hacer denuncias públicas no han vuelto a aparecer? Y sin embargo hoy el pueblo sigue en la miseria y se le han agotado las posibilidades de hacer algo por transformar su realidad dentro de los lineamientos legales. Y aquí llegamos a un punto muy importante dentro del tema de la clandestinidad: el de la legalidad y la ilegalidad. Una organización clandestina es por excelencia ilegal, ¿y por qué es ilegal?, porque va en contra del sistema establecido legalmente, por lo cual se ve en la necesidad de actuar y conspirar en secreto para no ser reprimida por los medios legales del sistema, que traducido a nuestro caso como Colombianos equivaldría a decir: a no ser reprimidos por el gobierno paramilitar. Si estuviéramos de acuerdo con los discursos reaccionarios que se mencionaban anteriormente y los reprodujéramos no seria necesario crear un movimiento clandestino pues estaríamos amparados por el sistema. Tal vez todo esto nos ayude a entender por ejemplo por que en nuestras universidades se hacen investigaciones y seguimientos a profesores que se atreven a criticar el actual sistema haciendo su labor como maestros, ésto de por si ya nos demuestra la imposición del sistema sobre las instituciones educativas para que reproduzcan su discursos ideológicos, y cómo quien no acata estas ordenes es señalado.

Es decir: hacer pedagogía sinceramente es una amenaza contra el “orden” y por lo tanto quien asume esta profesión con todo el trasfondo y responsabilidad social y política que ésta exige, corre el riesgo de ser acusado de realizar actividades ilegales o incluso de ser tildado de terrorista, como se ha puesto de moda en llamar a quien no piensa igual al régimen fascista-burgués, razón por la cual se podría pensar, sin exagerar, que el acto de educar realmente, se ha vuelto ilegal, así que no es de extrañar la idea de que surjan grupos que se ven en la necesidad de expresarse clandestinamente, ya que por ejemplo los espacios en la universidad para un pensamiento critico y un ejercicio pedagógico y de comunicación son censurados (cuando no reprimidos) con excusas de cualquier tipo, y ni que decir de los colegios. La libertad de pensamiento en nuestro país es una farsa ya que quien no acate los discursos fascistas que hablan de pacifismo es señalado como “enemigo de la democracia”.

Razón por la cual se rescata el acto del tropel en las universidades publicas (y en cualquier otro contexto), ya que este representa una resistencia frente a estos discursos al demostrar con hechos que aun no hemos caído bajo el dominio total de esa ideología , que somos capaces de pensar y analizar la realidad del país, y que los estudiantes estamos en pie de lucha en contra de este sistema, y que estamos dispuestos a sacrificarnos por la dignidad y la libertad, el tropel que caracteriza a las universidades publicas no debe ser motivo de vergüenza como no la han querido hacer ver, si no de orgullo, de ese orgullo revolucionario que ha caracterizado a los estudiantes críticos de las universidades publicas de nuestro país a lo largo de su historia, la cual ha tratado de ocultar la clase dominante por que sabe que los estudiantes que están detrás de una capucha son pueblo inteligente, inconforme y rebelde que debe ser controlado por que de lo contrario amenazara su poder y riquezas, por estas y otras razones han querido ocultar la historia de las luchas populares, y han inventado ese discurso reaccionario disfrazado tras el nombre de la democracia, y de la lucha contra el terrorismo (que es un lenguaje puramente imperialista), para alienar a quienes son su mayor amenaza: El pueblo oprimido. Las elites dominantes saben que el tropel no es un acto sin fundamentos, ellos saben que tiene un trasfondo político, de inconformidad con el poder establecido, con las leyes del régimen, ¿o sino por que se inventaron al escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD)?, ¿para lograr la paz y la seguridad?...

Tristemente en nuestras universidades estos discursos han logrado penetrar y se ven estudiantes totalmente apáticos frente a las luchas populares; se ha olvidado la historia de nuestro pueblo latinoamericano, de sus luchas y sus gestas por la independencia, de las luchas libertarias de nuestros indígenas, afros y campesinos y sus alcances desde la época de la colonización europea hasta nuestros días, donde las revueltas populares han logrado bajar varios presidentes como en Bolivia en el transcurso de la llamada “Guerra del gas” o en Ecuador con la “Rebelión de los forajidos”. Pero todo esto en Colombia no se reconoce hoy en día sino por unos pocos, hemos caído en el fatalismo y la alienación que nos hace decir que un tropel no sirve de nada, sin darnos cuenta de que el problema no esta en el tropel si no en la poca participación, apoyo y alcance que se le da a éste, ya que podría llegar mucho más lejos. En otras palabras: el problema esta en la falta de unión del pueblo, unión que ha sido debilitada en gran parte gracias a estos discursos a los que el tropel hace resistencia. La mejor estrategia utilizada por la burguesía para mantener su poder es dividir al pueblo y lograr que la revolución pase por vías pacificas, ya que así jamás representara una verdadera amenaza. Y esto lo logran hoy en día gracias a la sumisión mental en que vivimos debido a los discursos ideológicos que se dan tanto en las instituciones educativas, como en los medios masivos de comunicación, entre otros.

Por eso la idea del tropel no puede descartarse como medio de lucha, así como no se puede descartar cualquier otro tipo de manifestación popular, ya que si bien no se alcanzan resultados y triunfos inmediatos, si representan una resistencia y permiten además una unión paulatina de las fuerzas populares, y una organización más clara entre individuos que conforman o se unen a movimientos revolucionarios más definidos y decididos a trabajar por la revolución no solo en estas manifestaciones sino de forma constante, se podría decir de alguna manera que estas luchas que son aparentemente pasajeras, en verdad logran alcances revolucionarios que van mas haya, al lograr que cada vez hallan más sujetos dispuestos a luchar por la revolución. Desprestigiar las revueltas populares como algo que no sirve de nada es desconocer su papel en la organización de la insurgencia revolucionaria y su facultad de generar contactos con otras personas que se sienten inconformes y descargan su ira en estas manifestaciones, pero que además quieren trabajar organizadamente por la revolución vinculándose a movimientos clandestinos revolucionarios o creando éstos.

En realidad, el tema de las organizaciones clandestinas en las universidades publicas no es tan simple como se quiere hacer ver al decir que éstas no han logrado nada , lo que pasa es que debido a que son clandestinas no es fácil para el ojo sesgado por sus prejuicios ver lo que han logrado, ya que los individuos que a éstas pertenecen no pueden identificarse abiertamente con la organización. Quienes no viven la experiencia de las luchas populares difícilmente pueden comprenderlas, además debido a que las organizaciones clandestinas no buscan protagonismos sino cambios, raras veces se les va a reconocer su carácter político y transformador, cosa que no pasa por ejemplo con organizaciones o miembros de partidos políticos que haciendo creer a la gente que buscan un cambio, se muestran abiertamente sin lograr avanzar en nada, y aprovechándose de la ingenuidad de las personas sacan beneficios para si mismos, pero sin embargo se les reconoce como “fuerza política” aunque sean simplemente charlatanes oportunistas u organizaciones que no amenazan al orden establecido y por eso viven tranquilamente en la vida civil, convirtiéndose más en un elemento reaccionario que de transformación.

La historia está escrita con sangre, las revoluciones del mundo han sido posibles tanto a las ideas como a los hechos, porque una acción sin fundamentos tiende a la ridiculez, y una idea sin hechos no sirve más que para el olvido, la tarea de aquellos que se proponen lograr un cambio no consiste simplemente en decir o creer en que va a ver un cambio, así como un verdadero cristiano no se hace solamente rezando, la tarea de aquellos que se dicen revolucionarios no es tan sencilla como llevar una camiseta del Che, o hablar de liberación para ganar aplausos. Los símbolos no son el fin, ¿que pensaría Marx o Bakunin, o Camilo Torres y Bolívar, si pudieran ver hoy la actuación de quienes se dicen revolucionarios por que alzan unas banderas sin saber por que o solamente para sentir protagonismo?

Los símbolos son elemento importante en la cultura y en la construcción del sentido, pero sin embargo éstos no quitan el hambre, ni devuelven la tierra a los desplazados. No se trata todo esto de insinuar que los símbolos o las ideas deban desaparecer, de lo que se trata es de mirar la verdadera forma en que pueden contribuir a un cambio, no siendo los fines, ya que no podemos seguirle la corriente a la burguesía en su juego de que las luchas del pueblo ahora deban ser únicamente mediante símbolos, cuando nuestros cuerpos y nuestra dignidad son violados constantemente, y los padecimientos como el hambre, las enfermedades o la ignorancia no son simbólicos sino que son circunstancias reales que sentimos en nuestra carne y nuestro espíritu, no podemos jugarle a esto cuando ellos no lo hacen, ya que las armas que usan para matarnos si son reales, ¿o es que acaso los paramilitares usan simbólicamente las motosierras para cortar los cuerpos de quienes se oponen a estas organizaciones fascistas?

Corre peligro la revolución cuando se quiere reducir esta como a una idea bella pero imposible, corre peligro la revolución cuando sigue los parámetros del poder ya establecido y no los intereses del pueblo. Nuestros tiempos se caracterizan al igual que hace siglos, por la dominación y la esclavitud, la diferencia consiste en la forma, hoy han encontrado los poderosos de este mundo un medio mas eficaz para mantener su hegemonía, hoy la esclavitud no es tan evidente como cuando nos sometían con látigos y nos tenían amarrados con cadenas, hoy los látigos y las cadenas tienen otras formas, hoy el sometimiento no esta explicito, hoy vivimos en un mundo de discursos disfrazados, hoy lo mas seguro para mantener el régimen es la esclavitud del pensamiento, ya que desde aquí se puede controlar todo lo demás. Las elecciones, la televisión, el cine, la música, las escuelas, la iglesia, entre otros mecanismos e instituciones al servicio de la “cultura” consumista y el mundo globalizado se han constituido como los mas efectivos dispositivos de control, tales son las cadenas de nuestra mente, que no nos dejan ir mas haya para darnos cuenta de que otro mundo se puede construir realmente; en nuestro tiempo el equivalente al látigo podrían ser por ejemplo las sanciones laborales, la exclusión por vestir de determinada forma, o las notas para el caso de las instituciones educativas. Las cadenas y los látigos no han desaparecido, simplemente han sufrido una mutación en su forma, más no en su esencia que es la de subyugar y generar sumisión.

Por eso la lucha hoy es doble, tanto material como espiritual, tanto en el plano de lo concreto como en el de lo abstracto, es decir hoy la lucha es tanto por la conquista de la libertad del pensamiento, como por las condiciones básicas de la vida. Salir de la alienación, y liberarnos de la explotación de los poderosos. Pero esto no se alcanza jugando dentro de los mismos parámetros de discursos disfrazados ya establecidos, siguiéndole obedientemente la corriente a la burguesía evitando las acciones de hecho para entrar a la “concertación y el dialogo”. No estoy queriendo decir con esto que no este de acuerdo con la concertación o el dialogo, solo estoy diciendo que bajo estos nombres se esconden otros intereses distintos a los de la concertación y el dialogo, como por ejemplo la división del movimiento estudiantil . Es como decir por ejemplo, que como no estamos de acuerdo con la ley de “justicia y paz”, entonces no queremos la justicia y la paz, o que como no estamos de acuerdo con la política de la seguridad democrática, entonces no queremos ni la seguridad ni la democracia, tener una mirada tan sesgada puede ser muy peligroso, o si no miremos las consecuencias de las interpretaciones simplistas de Hitler sobre Hegel o Nietzsche.

Lo que han buscado los poderosos de este mundo es hacer que la población se despolitice o que sus ideas políticas estén totalmente descontextualizadas, salidas de la realidad y los hechos concretos que nos afectan en la vida, para entrar en un montón de fantasías e ideas bonitas que nada tienen que ver con el padecimiento del pueblo y los causantes de este, haciendo ver a quienes tienen en cuenta las condiciones de miseria del mundo como enemigos del orden, la paz y la democracia, y como los promotores de la violencia. Jugarle a estos discursos y decir que por el hecho de tener una posición política realista uno esta discriminando otras posiciones, es decir que la actuación del hombre en el mundo es superflua, y que su acción debe ser realizada en otra vida o de una forma exageradamente individualista y egoísta, olvidándonos por completo de las realidades del presente que vivimos y de la trascendencia histórica que los hombres debemos asumir en el mundo.

Hoy en día no se trata de tener una “conciencia de paz”, ¿quien en este mundo no quiere vivir en paz? Seguramente la gran mayoría la desea, desde la burguesía hasta los más desarrapados de la sociedad, desde los militantes del ejército hasta los militantes de la guerrilla, todos tendríamos entonces una conciencia de paz. Entonces no podemos caer en el juego iluso de que por que todos llevamos banderitas blancas con una paloma dibujada entonces ¡pum!, ¡se hizo la paz!, y todos somos felices aunque algunos nos sigamos muriendo de hambre, de frió, o de ignorancia, mientras otros ríen tranquilamente en sus fincas de miles de millones de pesos esperando para iniciar el buffet.

Tal vez no se trate entonces de tener una conciencia de paz, sino una conciencia de clase, de tener conciencia de que vivimos en un mundo desigual y de que es necesario buscar los medios para alcanzar la igualdad, no solo con ideas que serian el fundamento de las acciones, si no también con las acciones mismas que se convertirían en los medíos para lograr el cambio, que vendría siendo entonces el fin; a todo este proceso si se quiere le podemos llamar revolución y corresponde a los pensadores honestos continuar generando pensamiento, a la vez que participar activamente en la construcción y ejecución de los medios, para lograr así eso que solemos llamar coherencia, cosa que no tienen por ejemplo aquellos que se dicen revolucionarios y se lucran hablando de esto pero sin hacer nunca nada. La revolución es un proceso, al igual que la educación, y no podemos pretender que alcanzaremos nuestros fines saltándonos este proceso, saltándonos las ideas y los hechos, los medios y los fundamentos teóricos de estos medios. Sin querer decir con esto que debamos quedarnos estudiando toda la vida para después si pasar a las acciones, acciones e ideas se deben combinar, y deben generar una retroalimentación que permita la construcción constante del sujeto revolucionario que aprende de sus errores tanto en lo ideológico como en lo practico, un sujeto que se hace en la praxis y en la experiencia viva de su lucha.

No hemos aprendido que la paz es el fin pero no el camino, o si no preguntémosle a nuestra querida burguesía si esta dispuesta a entregar “sus” riquezas pacíficamente para que así haya una real igualdad. Pretender alcanzar la paz por que si, de un momento a otro porque alguien venga y diga que mediante un documento se declara la paz del país o del mundo, es como pretender que por ponerle a un niño 5 en el colegio este aprendió todo lo que debía saber sobre la vida en su “proceso” educativo. Vale la pena rescatar las palabras de una de nuestras figuras más importantes dentro del contexto de los revolucionarios de nuestro país y nuestro continente: Camilo Torres Restrepo quien dijo: “yo creo que el pueblo se tomara el poder de todas maneras. El pueblo, que es la mayoría, tiene derecho al poder. Habría que preguntar a la oligarquía como lo va a entregar. Si lo entrega de una manera pacifica, lo tomaremos pacíficamente. Pero si no lo quiere soltar, si lo defiende violentamente, entonces, lo vamos a tomar de forma violenta.” , para ponerlo en dialogo con otro gran pensador de nuestra América: Paulo freire, quien nos dice: “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera sólo. Los hombres se liberan en comunión”.

Todo esto debe cuestionarnos como miembros de la comunidad educativa de las universidades publicas, acerca de los objetivos que perseguimos estudiando, si es solo para obtener un cartón e ingresar al sistema posteriormente, acomodándonos a él y viendo como pasa nuestra vida sin que hagamos nada, convirtiéndonos en cómplices de la muerte de nuestro pueblo, o por el contrario ejerciendo nuestra labor social transformadora, revolucionaria, sin caer en caudillismos o protagonismos, capaces de generar actos subversivos junto con el pueblo, inmersos en el como pueblo que también somos, y abriendo los ojos a este para que no caiga bajo el dominio de estos discursos reaccionarios y nos unamos todos en Pro de nuestros interés y no en el de agentes externos que no son capaces ni siquiera de trabajar para tener el poder y riquezas que tienen, ya que hay un pueblo esclavizado que es quien hace posibles todos sus beneficios. Es importante en nuestros días dar una labor social revolucionaria a las instituciones educativas, para que no sirvan como generadores de elementos ideológicos reaccionarios y estáticos, sino críticos, populares y transformadores, de igual manera con las otras instituciones o espacios de socialización, y con las distintas formas de arte: la música, el teatro, la literatura, etc. Y el conocimiento en general.

No queda más que decir que las universidades públicas son una base importante para la construcción de la revolución ya que aun quedan en ellas sujetos que no han sido dominados por el fatalismo, el conformismo y la alienación y que por lo tanto deben buscar las maneras de generar las condiciones subjetivas para que el pueblo se despierte y se una en una sola lucha contra los verdaderos causantes de la violencia en que vivimos y que solo hablan de paz pero nunca se comprometen (como diría pacifico cabrera). Nuestras universidades son una llama de resistencia y de revolución que tienen la misión de ir más allá para convertirse en volcanes que destruyan junto al pueblo la suciedad existente, para construir sobre las ruinas del capitalismo y el fascismo un nuevo orden de igualdad, justicia y libertad reales.

Contra la alienación… educación, contra la represión… rebelión.

Movimiento Subversivo Pedagógico

¡Educación para la revolución!

Socialismo sin Estado: Anarquismo

El efecto de los Grandes Principios Proclamados por la Revolución francesa. Desde aquel tiempo, cuando la Revolución bajó a las masas su Evangelio -no el místico sino el racional, no el celestial sino el terrenal, no el divino sino el Evangelio humano, el Evangelio de los Derechos del Hombre- desde entonces proclamó que todos los hombres son iguales, que todos los hombres tienen derecho a la libertad y la igualdad; las masas de todos países europeos, de todo el mundo civilizado, despertaron entonces, gradualmente, del sueño que los había mantenido en la esclavitud desde que la Cristiandad los drogó con su opio, y comenzaron a preguntarse si ellos también tenían el derecho a la igualdad, a la libertad, y a la humanidad.
En cuanto esta pregunta ha sido planteada, la gente, guiada por su admirable sentido común, así como por sus instintos, se dio cuenta de que la primera condición para su emancipación verdadera, o humanization, era, por sobre todo, un cambio radical en su situación económica. La primera pregunta, justamente, estaba relacionada con el pan de cada día, pues como ha sido ya notado por Aristóteles, el hombre, para pensar, para sentirse libre, para hacerse hombre, debe ser liberado de los cuidados materiales de la vida diaria. En realidad, el burgués, quien está tan vociferante en sus greguerías contra el materialismo de la gente y quien predica a ellos las abstinencias del idealismo, lo sabe muy bien, ya que ellos mismos lo predican sólo con la palabra mas no con el ejemplo.
La segunda pregunta que surge entre las personas, la del ocio luego del trabajo, es también condición indispensable de humanidad. Pero pan y ocio nunca pueden obtenerse independientes de una transformación radical de la sociedad existente, y eso explica por qué la Revolución, obligada por las implicaciones de sus propios principios, dio a luz al Socialismo.
El socialismo es la Justicia... El socialismo es la justicia. Cuando hablamos de justicia, entendemos por esta no la justicia contenida en los Códigos y en la jurisprudencia Romana -los cuales se han basado, en gran medida, sobre las verdades de la violencia alcanzada por la fuerza, violencia consagrada por tiempo y las bendiciones de alguna iglesia u otro (cristiano o pagano), y por lo cual se ha aceptado como principio absoluto, que toda ley debe ser deducida por un proceso de razonamiento lógico- no, hablamos de aquella justicia que está basada únicamente sobre la conciencia humana, la justicia que ha de ser encontrada en el conocimiento de cada hombre -hasta en los de niños- y que puede ser expresada en una sola palabra: equidad.
Esta justicia universal que, debido a las conquistas por la fuerza y a las influencias religiosas, aún nunca ha prevalecido en los ámbitos políticos, jurídicos o económicos, debería hacerse la base del nuevo mundo. Sin ella no puede haber ni libertad, ni república, ni prosperidad, ni paz. Es ella entonces quien debe gobernar nuestras resoluciones para que trabajemos con eficiencia en el establecimiento de la paz. Y es esta justicia, la que nos impulsa a asumir la defensa de los intereses de la gente terriblemente maltratada y a exigir su emancipación económica y social con libertad política.
El Principio Básico del Socialismo. No proponemos aquí, caballeros, este u otro sistema socialista. Aquello que ahora exigimos es la proclamación nuevamente del gran principio de la Revolución francesa: que cada ser humano pueda poseer los medios materiales y morales para poder desarrollar así su humanidad, un principio que, en nuestra opinión, debe ser traducido en el siguiente problema:
Organizar la sociedad de tal manera que cada individuo, hombre o mujer, pueda hallar, al entrar en la vida, medios aproximadamente equivalentes para el desarrollo de sus diversas facultades y de su ocupación laboral. Y organizar dicha sociedad de tal forma que haga imposible la explotación de algun trabajador, lo cual permitirá a cada individuo disfrutar de la riqueza social, la cual, en realidad sólo se produce por el trabajo colectivo; pero sólo para disfrutarla en cuanto él contribuya directamente hacia la creación de dicha riqueza.
Rechazo al Socialismo Estatatista. La consecución de esta tarea desde luego tomará cientos de años de desarrollo. Pero la historia ya la ha traído ante nosotros y de aquí en adelante no podemos hacer caso omiso a ella sin condenarnos a declarar nuestra total impotencia. Nos apresuramos en agregar aquí que enérgicamente rechazamos cualquier tentativa de organización social que no admitía la libertad más amplia tanto de los individuos como de las organizaciones, o que requiera la instauración de cualquier régimen de poder. En nombre de la libertad, la cual reconocemos como fundamento único y único principio creativo de la organización, económica o política, protestaremos contra todo aquello que remotamente pueda parecerse al Comunismo Estatatista, o al Socialismo Estatatista.
Abolición del Derecho de Herencia. La única cosa que, en nuestra opinión, el Estado puede y debería hacer es modificar poco a poco la ley de herencia para llegar cuanto antes a su completa abolición. Aquella ley es puramente una creación del Estado, y una de las condiciones de existencia misma del Estado autoritario y divino, y ella puede y debería ser suprimida por la libertad en el Estado. En otras palabras, el Estado debería disolverse en una sociedad libremente organizada de acuerdo con los principios de justicia. El derecho de herencia, en nuestra opinión, debiera suprimirse, ya que mientras exista perdurará la desigualdad económica hereditaria, no la desigualdad natural de los individuos, sino la desigualdad artificial de clases -y ello siempre engendrará la desigualdad hereditaria en el desarrollo y la formación de las mentes, y cuya continuación sería la fuente y la consagración de todas las desigualdades políticas y sociales. La tarea de la justicia es establecer la igualdad para cada uno, pues aquella igualdad dependerá de la organización económica y política de la sociedad- una igualdad con la que cada uno va a comenzar su vida, y por la que cada uno, dirigido en su propia naturaleza, será el producto de sus propios esfuerzos. En nuestra opinión, la propiedad de los difuntos debería acumularse a los fondos sociales para la instrucción y la educación de los niños de ambos sexos, que incluye la manutención de ellos desde su nacimiento hasta que alcancen la mayoría de edad. Como eslavos y como rusos, queremos agregar lo que consideramos una idea social fundamental, la cual se basa sobre el instinto general y tradicional de nuestros pueblos, y que consiste en que la propiedad de toda la gente, debería ser poseída sólo por aquellos que le cultivan con sus propias manos.
Somos unos convencidos, caballeros, de que este principio es justo, que es la condición esencial e inevitable de toda reforma social seria, y, por consiguiente, Europa Occidental a su turno no dudará en reconocer y aceptar este principio, no obstante las dificultades de su realización en países como Francia, por ejemplo, en donde la mayoría de campesinos posee la tierra que ellos cultivan, pero en donde la mayor parte de esos mismos campesinos pronto terminarán por no poseer nada, debido al parcelamiento de la tierra que viene como resultado inevitable del sistema político y económico que ahora prevalece en Francia. Sin embargo, nos abstendremos de ofrecer cualquier oferta contra la pregunta de tierra... Nos limitaremos ahora a proponer la siguiente declaración:
La Declaración del Socialismo. "Convencidos de que la realización seria de la libertad, la justicia, y la paz será imposible mientras que la mayoría de la población se halle desposeída de las elementales necesidades, mientras estén privados de la educación y condenados a la insignificancia y a la esclavitud política y social -de hecho, si no por la ley, por la pobreza así como por la necesidad de trabajar sin descanso u ocio, produciendo toda la riqueza de la que el mundo ahora está orgulloso, y recibiendo a cambio sólo una pequeña parte de la torta, la que apenas basta para asegurar su sustento para al día siguiente;
"Convencidos de que para las masas del pueblo, terriblemente maltratadas durante siglos, el problema del pan es el problema de la emancipación mental, de la libertad y la humanidad;
"Convencidos de que libertad sin Socialismo es privilegio e injusticia y que Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad;
"La Liga [para la Paz y la Libertad] con fuerza proclama la necesidad de una radical reconstrucción económica y social, que tenga como objetivo la emancipación de los trabajadores del yugo del capital y los terratenientes, una reconstrucción basada en la más estricta justicia - ni justicia jurídica ni teológica ni metafísica, sino justicia simplemente humana - basada en la ciencia positiva y en la libertad más amplia."
Organización de las Fuerzas productivas en reemplazo del Poder Político. Es necesario suprimir completamente, en principio y de hecho, todo aquello que llaman el poder político; pues, mientras que el poder político exista, habrá gobernantes y gobernados, amos y esclavos, explotadores y explotados. Una vez suprimido, el poder político debería ser substituido por la organización de las fuerzas productivas y el servicio económico.
No obstante el enorme desarrollo de los estados modernos -un desarrollo que en su fase última, de forma bastante lógica, reduce el Estado a una absurdidad-, se hace evidente que los días del Estado y el principio Estatal están contados. Ya podemos ver el advenimiento de la total emancipación de las masas trabajadoras y su libre organización social, libre de la intervención gubernamental, formada por la asociación económica de las personas y dejando de lado todas las viejas fronteras Estatales y las distinciones nacionales, fundamentado ello sólo en el trabajo productivo, el trabajo humanizado; poseyendo un interés común a pesar de su diversidad.
El Ideal del Pueblo. Desde luego, este ideal aparece ante el pueblo significando el fin de sus necesidades, el fin de la pobreza, y la satisfacción plena de todos sus requerimientos materiales mediante el trabajo colectivo, igual y obligatorio para todos, y luego, como el final de la dominación, y como la organización libre de las vidas de las personas conforme a sus necesidades -no desde la cima hacia abajo, como lo tenemos en el Estado, sino de abajo a arriba, una organización formada por el pueblo mismo, independiente de gobiernos y parlamentos, una unión libre en asociaciones de trabajadores agrícolas y de fábrica, en comunas, regiones, y naciones, y finalmente, en el futuro más remoto; la hermandad humana universal, que triunfa por sobre las ruinas de todos los Estados.
El Programa de una Sociedad Libre. Fuera del sistema Mazziniano que es el sistema de la república en forma de un Estado, no hay ningún otro sistema sino el de la república como una comuna, la república como una federación, una república genuinamente socialista y popular -el sistema del Anarquismo. Esta es la política de la Revolución Social, que apunta a la abolición del Estado, y la económica, que libera totalmente las organizaciones de la gente, una organización de abajo hacia arriba, mediante una federación.
... No habrá ninguna posibilidad de la existencia de un gobierno político, ya que este gobierno será transformado en una administración simple de asuntos comunes.
Nuestro programa puede ser resumido en unas pocas palabras:
Paz, emancipación, y la felicidad de los oprimidos.
Guerra contra todos los déspotas y opresores.
Restitución total a los trabajadores: todo el capital, las fábricas, y todos los instrumentos de trabajo y materias primas deben ir a las asociaciones, y la tierra a los que la cultivan con sus propias manos.
Libertad, justicia y fraternidad con respecto a todos los seres humanos sobre la tierra.
Igualdad para todos.
A todos, sin distinción alguna, todos los medios de desarrollo y educación, e iguales posibilidades de vida mientras trabajan.
La organización de una sociedad mediante una federación libre, desde abajo hacia arriba, de asociaciones de trabajadores, tanto industriales como asociaciones agrícolas, científicas y literarias - primero en una comuna, luego una federación de comunas en regiones, de regiones en naciones, y de naciones en la asociación fraternal internacional
Táctica Correcta Durante una Revolución. En una revolución social, en todo opuesta diametralmente a una revolución política, los individuos apenas y cuentan, mientras que la acción espontánea de las masas lo es todo. Todo lo que los individuos pueden hacer es clarificar, propagar, y desarrollar las ideas que corresponden al instinto popular, y, cosa aun más importante, contribuir con sus esfuerzos incesantes a la organización revolucionaria del poder natural de las masas. Pero nada más que eso; el resto sólo podrá hacerlo el propio pueblo. Cualquier otro método llevaría a la dictadura política, al resurgimiento del Estado, de los privilegios, de las desigualdades, y de todas las opresiones estatales; es decir, llevaría de una forma indirecta, aunque lógica al restablecimiento de la esclavitud política, económica y social de las masas populares.
Como todos los socialistas sinceros, y en general como todos los trabajadores nacidos y crecidos entre el pueblo, Varlin y sus amigos compartieron en grado sumo este prejuicio perfectamente legítimo contra la iniciativa procedente de individuos aislados, contra el dominio ejercido por individuos superiores; siendo sobre todo coherentes, extendieron el mismo prejuicio y la misma desconfianza a sus propias personas.
La Revolución por Decretos está Condenada al Fracaso. Frente a las ideas de los comunistas autoritarios -ideas falaces, en mi opinión- de que la Revolución Social puede ser decretada y organizada por medio de una dictadura o de una Asamblea Constituyente, nuestros amigos, los socialistas parisinos, sostienen que la revolución sólo puede ser emprendida y llevada a su pleno desarrollo a través de la acción masiva continua y espontánea de grupos y asociaciones populares.
Nuestros amigos parisinos tienen mil veces razón. Porque, en realidad, no hay cerebro, por muy genial que sea, o -si hablamos de la dictadura colectiva de algunos centenares de individualidades supremamente dotadas no hay combinación de intelectos capaz de abarcar toda la infinita multiplicidad y diversidad de intereses, aspiraciones, deseos y necesidades reales que Constituyen en su totalidad la voluntad colectiva del pueblo; no existe intelecto capaz de proyectar una organización social que pueda satisfacer a todos y cada uno.
Tal organización será siempre un lecho de Procusto en el que la violencia, más o menos sancionada por el Estado forzaría a la desdichada sociedad. Pero este es un viejo sistema de organización, basado sobre la fuerza, que la Revolución Social suprimirá para dar plena libertad a las masas, los grupos, Comunas, asociaciones e individualidades, destruyendo de una vez por todas la causa histórica de toda violencia: la misma existencia del Estado cuya caída supondrá la destrucción de todas las iniquidades del derecho jurídico y de todas las falsedades de los diversos cultos -derechos y cultos que han sido siempre, los canonizadores complacientes, tanto en el terreno ideal como en el real, de toda la violencia representada, garantizada y autorizada por el Estado.
Es evidente que sólo cuando el Estado haya dejado de existir, la humanidad obtendrá su libertad, y que sólo entonces encontrarán su auténtica satisfacción los verdaderos intereses de la sociedad, de todos los grupos, de todas las organizaciones locales y, en consecuencia, de todos los individuos que forman tales organizaciones.
La Libre Organización Seguirá a la Abolición del Estado. La abolición del Estado y de la Iglesia debe ser la condición primera e indispensable para la emancipación efectiva de la sociedad. Sólo después la sociedad podrá y deberá empezar su propia reorganización que, sin embargo, no debe efectuarse de arriba abajo, ni de acuerdo con algún plan ideal proyectado por unos pocos sabios o filósofos, ni mediante decretos promulgados por algún poder dictatorial, o incluso por una Asamblea Nacional u elegida por sufragio universal. Tal sistema, como ya se ha dicho, llevaría inevitablemente a la formación de una aristocracia gubernamental, es decir, a una clase de personas que nada tiene en común con las masas del pueblo; y esta clase volvería con toda certeza a explotar y someter a las masas bajo el pretexto del bienestar común o de la salvación del Estado.
La Libertad debe ir de la Mano con la Igualdad. Soy un partidario convencido de la igualdad económica y social porque sé que, sin esta igualdad, la libertad, la justicia, la dignidad humana, la moral y el bienestar de los individuos, como también la prosperidad de las naciones, no son sino otras tantas falsedades. Pero como soy al mismo tiempo un partidario de la libertad, primera condición de la humanidad, creo que la igualdad debería establecerse en el mundo por la organización espontánea del trabajo y la propiedad colectiva, por la libre organización de las asociaciones de productores en comunas y la libre federación de las comunas -pero de ningún modo mediante la acción suprema y tutelar dcl Estado.
La Diferencia entre los Revolucionarios Autoritarios y Libertarios. Este punto separa fundamentalmente a los colectivistas o socialistas revolucionarios de los comunistas autoritarios, partidarios de la absoluta iniciativa del Estado. La meta de ambos partidos es idéntica: ambos partidos desean la creación de un nuevo orden social basado exclusivamente sobre el trabajo colectivo en condiciones económicas iguales para todos -es decir, en condiciones de propiedad colectiva de los medios de producción.
Pero los comunistas imaginan que esto puede lograrse mediante el desarrollo y la organización del poder político de las clases trabajadoras, encabezadas por el proletariado de la ciudad con ayuda del radicalismo burgués; mientras los socialistas revolucionarios, enemigos de toda alianza ambigua, creen que este objetivo común no puede lograrse a través de la organización política sino mediante la organización social (y, por tanto, antipolítica) y el poder de las masas trabajadoras de las ciudades y los pueblos, incluyendo además a todos los que, a pesar de pertenecer por nacimiento a las clases altas, han roto voluntariamente con su pasado y se han unido abiertamente al proletariado aceptando su programa.
Los Métodos de los Comunistas y los Anarquistas. De ahí la existencia de dos métodos diferentes. Los comunistas creen que es necesario organizar las fuerzas de los trabajadores para tomar posesión del poder político estatal. Los socialistas revolucionarios las organizan con vistas a destruir, o si preferís una expresión más refinada, a liquidar el Estado. Los comunistas son partidarios del principio y la práctica de la autoridad, mientras los socialistas revolucionarios sólo ponen su fe en la libertad. Ambos son partidarios por igual de la ciencia, que debe destruir la superstición y ocupar el lugar de la fe; pero los primeros quieren imponer la ciencia al pueblo, en tanto que los colectivistas revolucionarios intentan difundir la ciencia y el conocimiento entre el pueblo, para que los diversos grupos de la sociedad humana, una vez convencidos por la propaganda, puedan organizarse y combinarse, espontáneamente, en federaciones, de acuerdo con sus tendencias naturales y sus intereses reales, pero nunca de acuerdo con un plan trazado previamente e impuesto a las masas ignorantes por algunas inteligencias "superiores".
Los Socialistas revolucionarios creen que existe mucha más razón práctica e inteligencia en las aspiraciones instintivas y las necesidades reales de las masas populares que en las profundas inteligencias de todos esos instruidos doctores y tutores autodesignados de la humanidad, quienes teniendo ante sus ojos los ejemplos lamentables de tantos intentos abortados de hacer feliz a la humanidad, intentan todavía seguir trabajando en la misma dirección. Pero los socialistas revolucionarios creen, al contrario, que la humanidad se ha dejado gobernar durante largo tiempo, demasiado largo, y que la raíz de sus desgracias no reside en esta o en aquella forma de gobierno, sino en el principio y en la misma existencia del gobierno, sea cual fuere su naturaleza.

Es esta diferencia de opinión, que ya se ha hecho histórica, la vigente en la actualidad entre el comunismo científico, desarrollado por la escuela alemana y aceptado parcialmente por los socialistas americanos e ingleses, y el proudhonismo, desarrollado extensamente y llevado a sus últimas conclusiones y aceptado hoy por el proletariado de los países latinos. El socialismo revolucionario ha hecho su primera aparición brillante y práctica en la Comuna de París.
En la bandera pangermánica está escrito: Conservación y fortalecimiento del Estado a cualquier precio. Por el contrario, en nuestra bandera, la bandera socialista-revolucionaria, está grabada con letras orgullosas y Sangrientas: la destrucción de todos los Estados, la aniquilación de la civilización burguesa, la organización libre y espontánea de abajo arriba por medio de las asociaciones libres, la organización de la chusma incontrolada de trabajadores, de toda la humanidad emancipada, y la creación de un nuevo mundo universalmente humano.
Antes de crear o más bien antes de ayudar al pueblo a crear esta nueva organización es necesario conseguir una victoria. Es necesario derrocar lo que es para poder establecer lo que debe ser...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Manifiesto

MANIFIESTO DEL MOVIMIENTO SUBVERSIVO PEDAGOGICO


Para entender las condiciones del mundo actual es necesario estudiar y comprender la historia, y dentro de ésta, las relaciones sociales y de poder que se han dado en los distintos pueblos del mundo. Tomando en cuenta nuestro caso como latinoamericanos, se hace importante recordar como desde la llegada de los invasores en 1492, se inicio una imposición sobre nuestra cultura por medio del derramamiento de sangre, sometimiento que durante el transcurso de la historia y hasta el día de hoy sigue vigente bajo otras dinámicas y formas de dominación.

Sin embargo, el pueblo oprimido ha estado presente en una lucha constante por defender ideales como la dignidad, la libertad y la autonomía, que nos han sido arrebatados. Indígenas, campesinos, estudiantes, obreros, maestros, mujeres y hombres han luchado ejemplarmente, sacrificando incluso sus vidas para proteger y realizar los intereses populares. La voz y la acción de quienes han participado en estas luchas han sido fuertemente reprimidas y acalladas de diversas maneras por parte de los opresores, quienes siempre han sido una clase minoritaria cuyo poder ha sido alejado del pueblo a lo largo de la historia.

En este proceso histórico, a raíz de estas injusticias sociales y de la dificultad de hacer un verdadero cambio por vías pacificas y abiertas, se han conformado diversos movimientos que empiezan a contemplar otros medios para superar estas injusticias, trabajando organizadamente. Aunque se han querido ocultar, desconocer y desprestigiar todos estos sucesos, hoy continúan vigentes las luchas populares en sus distintas manifestaciones en el campo, la ciudad, la escuela, las fabricas, las universidades, y muchos más contextos que inmersos en un todo no dejan de soñar con una real justicia.

Teniendo en cuenta lo ya mencionado no es de extrañarnos la situación actual de nuestro país, plagada de represión de todo tipo y con una constante privatización de los derechos populares, bajo la lógica del imperialismo y el sistema neoliberal; dichas acciones están claramente respaldadas por el paramilitarismo que como se sabe ha permeado las esferas políticas. Si analizamos cuidadosamente este panorama no seria exagerado afirmar que vivimos bajo el orden de un Estado neofascista comandado hoy en día por Álvaro Uribe Vélez. Todo esto favorecido por la alineación que genera en la población los medios masivos de comunicación y la “cultura” del consumismo.

Sin embargo estos procesos no solo se han desarrollado durante el actual gobierno, ya que hace años el neoliberalismo se ha venido implantando como modelo político-económico, que implica un mayor desarrollo de la dinámica capitalista, la cual se basa en la acumulación de las riquezas de una minoría a costillas del empobrecimiento de la mayoría, pasando por encima incluso de derechos fundamentales como la vida, la educación y la salud, convirtiéndolos en una mercancía que no todos pueden adquirir de igual manera. Estas políticas obedecen no solo a los intereses de la burguesía de nuestro país, sino también al imperialismo y a instituciones que lo representan tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial entre otros, que promueven mecanismos para fortalecer, por medio de la globalización, el mismo. Estos mecanismos en nuestro país se ven claramente reflejados en acuerdos, tratados y leyes como, el TLC, Planes Nacionales de Desarrollo, recortes a transferencias y Plan Colombia, por nombrar solo algunos que violan la autonomía del país, ya que generan una dependencia económica hacia los países imperialistas. Todo esto respaldado por los gobernantes de turno, que no son más que los agentes encargados de administrar los recursos y riquezas de la nación, en beneficio de la oligarquía y los “grandes” empresarios nacionales; así como también los intereses imperialistas.

Un factor adicional que perjudica al pueblo y respalda los mecanismos ya mencionados es el paramilitarismo, que ha surgido a raíz de la necesidad de los terratenientes, narcotraficantes, sectores privados de gran dominio económico y político, que ven en peligro su poder frente a las distintas formas de luchas populares que defienden intereses opuestos a los suyos, llámense guerrillas, sindicatos, estudiantes, indígenas, entre otros. Esto sumado a los crímenes de lesa humanidad que muchas veces se realizan con complicidad y apoyo de militares y gobernantes de nuestro país, así como de organismos extranjeros como la CIA de EEUU entre otros.

Una de las armas más efectivas para mantener en nuestro país este panorama y dominar al pueblo es la marginación educativa, que pretende perpetuar la hegemonía del poder de quienes han estado y están en éste para su propio beneficio. Esto evidenciado en la mala calidad educativa, la dificultad económica y social para ingresar y mantenerse en los distintos niveles de educación formal, y las diferencias de la educación impartida para las clases privilegiadas en relación con las clases populares, entre otras circunstancias, lo cual dificulta que nos demos cuenta de los crímenes y violaciones a las que somos sometidos y quiénes son los causantes de éstas, dándoles incluso nuestro apoyo y respaldo para que nos sigan oprimiendo. Bajo estas condiciones, el pueblo es adiestrado para ingresar a un sistema que da legitimidad a una esclavitud asalariada y que no da espacio para trabajar nuestras mentes y alcanzar un verdadero desarrollo humano. Esto en nuestros días se disfraza y refleja en el auge y la imposición de las llamadas carreras técnicas y tecnológicas, que fomentan una mayor división social del trabajo, convirtiendo a las personas en sujetos alienados y sumisos a todas las imposiciones que demanda el poder.

Tal es el punto de esta enajenación que se nos ha olvidado que la educación es un derecho y no un servicio, dándole a quienes nos gobiernan la autoridad para decidir por nosotros. Lo anterior se hace evidente si observamos la forma en que se imponen diferentes mecanismos por medios legales, que agudizan cada vez mas la crisis de la educación, tales como las reformas a los estatutos docentes, el decreto 230, las formas en que son organizadas las universidades publicas, la reducción de los recursos destinados para la educación, las formas de evaluación y de homogenización como el Icfes, Ecaes, pruebas saber y exámenes de admisión a universidades públicas que demuestran una vez más el interés de marginar a la población en general de este derecho. Todo esto ha deteriorado el pensamiento interpretativo y critico de las clases oprimidas, dificultando así las posibilidades de lograr cambios significativos y favorables al pueblo.

¿Pero qué hacer frente a la represión y sometimiento? Podríamos quedarnos callados y conformarnos con la miseria mientras otros disfrutan de lo que debería ser de todos; sin embargo es labor y compromiso de estudiantes, maestros y en general de toda la población luchar por una educación digna y de calidad para todos.

En tiempos en que la educación se está desfigurando y reduciendo a un concepto técnico de adiestramiento para generar más explotación e ignorancia ¿CUÁL ES EL FIN ULTIMO DEL HECHO EDUCATIVO? La educación debe ser dinámica, transformadora y liberadora, para que el pueblo unido reflexione y asuma su papel histórico, continúe la lucha que se ha gestado desde hace ya más de 500 años y avance en todas las formas de la misma posibles para subvertir el actual sistema; por lo cual el Movimiento Subversivo Pedagógico (MSP) considera importante y necesario destruir la ignorancia, la alienación y motivar un grado de lucidez en cada sujeto frente a las realidades sociales actuales, todo esto propuesto desde una pedagogía critica-subversiva y una lucha constante en las formas que sea necesario, para avanzar en los hechos que posibiliten nuestra emancipación definitiva mediante insurrección popular.

Por que la utopía no muere y es un hecho histórico que debemos alcanzar…

¡MOVIMIENTO SUBVERSIVO PEDAGOGICO!
¡EDUCACION PARA LA REVOLUCION!

jueves, 3 de diciembre de 2009

Jaime Garzon

Jaime Eduardo Garzón Forero (Santafe de Bogota, 24 de octubre de 1960 - † Bogotá 13 de agosto de 1999), más conocido como Jaime Garzón, fue un abogado, periodista y humorista colombiano. A su trabajo en televisión se sumó su papel como negociador de paz, además de haber ocupado algunos cargos públicos. Murió asesinado al parecer por grupos paramilitares en 1999, aunque los hechos que rodearon su muerte no han sido esclarecidos.[1]
Biografía
En su juventud estudió derecho en la Universidad Nacional de Colombia. A los 20 años, en su tránsito del colegio a la universidad militó brevemente en una red de colaboradores urbanos del ELN, junto al periodista Hernando Corral entre otros, para luego desencantarse de dicha organización y proceder a pedir la baja de la misma. No se conoce que haya participado en combates u otros actos delictivos violentos;[2] de hecho no tenía ninguna destreza con las armas y la única misión de importancia que tuvo dentro del grupo fue custodiar un dinero que tenían enterrado y que él debía sacar a asolear dos veces al día para evitar que la humedad lo deteriorara.[3]
Garzón tenía en sus ideales el hacer de Colombia un país justo y en paz. En 1988, fue nombrado alcalde menor de la actual localidad de Sumapaz, en Bogotá por el alcalde mayor de esa época, Andrés Pastrana Arango quien lo destituiría un año después debido a que le habían informado que Garzón había construido un prostíbulo en el lugar, a lo que Garzón respondió que "las únicas putas de la zona eran las putas FARC". Varios años después, justo el día que lo asesinaron, se iba a realizar un acto de desagravio donde Garzón se posesionaría simbólicamente y recibiría una indemnización por el incidente ya que se comprobó que la información sobre el prostíbulo era falsa. Durante el año que Garzón fue alcalde de la localidad de Sumapaz construyó un centro de salud, mejoró la escuela y pavimentó la única calle del pueblo.[3] Se cree que su destitución se debió a la imitación de personajes de la vida nacional incluido el mismo Pastrana.[cita requerida]
Entre 1990 y 1994 también trabajó en la Casa de Nariño durante la presidencia de César Gaviria.[2]
Trabajo en televisión
Trabajó en varias parodias televisivas, haciéndose famoso con el programa Zoociedad de la desaparecida programadora Cinevisión -con su personaje Émerson de Francisco, un presentador de noticias muy particular- (con Elvia Lucía Dávila) (1991-1993), el cual se burlaba de la sociedad materialista y de la política. Luego trabajó, junto con el actor colombiano Diego León Hoyos (en el papel de María Leona Santodomingo) en el programa ¡Quac! El noticero de RTI (1995-1997) donde desarrolló personajes como Nestor Elí, un vigilante de un edificio llamado "Colombia" que hacía las veces de simil con la realidad nacional y sus actores de la política; además fue en esa época cuando creó la mayoría de sus personajes que con el tiempo se ganaron el aprecio del público pero no el de los políticos, quienes lo trataron primero con indiferencia unos y luego con desprecio otros.[cita requerida] Otros de sus personajes célebres fueron Inti de la Hoz, el 'compañero' Lenin, un estudiante de izquierda; el 'repostero' Wiliam Garra, un periodista inspirado en William Parra, un célebre reportero colombiano de los años 80 y Godofredo Cínico Caspa, un abogado y político ultraconservador.[4]
Garzón también trabajó en Lechuza (del Canal Caracol) y en el noticiero CM& con su último personaje célebre, Heriberto de la Calle, un lustrabotas que entrevistaba a diversos personajes célebres; este personaje duró en la pantalla cerca de dos años.[cita requerida]
En el campo político estuvo en los acercamientos de paz de 1999 siendo mediador entre el gobierno y las FARC durante las entregas de secuestrados realizadas por el grupo subversivo. Ese mismo año fue asesinado por grupos las AUC) cuando se dirigía a la emisora Radionet para presentar su programa de la mañana.[cita requerida]
Asesinato
El 13 de agosto de 1999, Garzón fue asesinado, al parecer por las AUC, organización paramilitar ultraderechista, después de haber sido declarado blanco militar por ésta. Carlos Castaño, líder de las AUC, fue condenado in absentia por el asesinato de Garzón a 38 años de cárcel.[cita requerida]
Según el juez Julio Roberto Ballén Silva, las AUC habrían reaccionado contra su participación en las negociaciones para la liberación de secuestrados, realizando gestiones entre la guerrilla y los familiares de los cautivos. Aparentemente Castaño había intentado contactarlo para programar una reunión al día siguiente de su asesinato, por lo que se especula que la reunión era una trampa.[5]
Como de costumbre, Jaime se levantó muy temprano esa mañana del viernes 13 de agosto de 1999 y se dirigió a su trabajo en la cadena radial Radionet donde tenía una sección en el noticiero de la cadena donde él prestaba la voz de Heriberto de la Calle.[cita requerida]
Se dirigía rumbo a su trabajo en una camioneta Jeep Cherokee Laredo de color gris de su propiedad. Luego de girar hacia el sur proveniente de la Calle 26, a la altura del barrio Quinta Paredes, se detuvo en el semáforo de la carrera 42b con 22f. Repentinamente salió de entre las sombras del separador de la calle una motocicleta blanca de alto cilindraje con 2 hombres a bordo, quienes se acomodaron justo al lado de la cabina del conductor y luego de llamarlo por su nombre, le dispararon en 6 oportunidades; 4 de los disparos hicieron blanco en la cabeza y el cuello del humorista, perdiendo el control de su vehículo que se desvió y se estrelló contra un poste del separador.[cita requerida]
Los dos hombres que le dispararon a Jaime huyeron con rumbo desconocido.[cita requerida]
Centenares de personas salieron a las calles para dar un último adiós a un símbolo (en especial de la década de los noventa) de ese clamor por la verdad y el precio que muchos pagaron por descubrirla; el caos vehicular se agudizó cuando un puente peatonal ubicado a la altura de la Calle 122 con Autopista Norte colapsó hacia las 4 de la tarde, debido al peso y movimientos alternados de aproximadamente cincuenta personas que esperaban erróneamente el paso de la carroza fúnebre desde allí. Hubo tres muertos y 38 heridos.]
En la noche del viernes 13 de agosto de 1999, día de su asesinato, su colega César Augusto Londoño, presentador de la sección de deportes del noticiero CM& (en el que Heriberto de la Calle, tenía su sección de entrevistas), se despidió con amargo tenor de su amigo al terminar su sección y decir "y hasta aquí los deportes, país de mierda".[6]
Jaime Garzón se había inmortalizado para siempre, y vive en el recuerdo de aquellos que aún cerca de una década después de su muerte, no saben si lloraron al afamado periodista de irreverentes programas televisivos, o al lustrabotas que desnudaba las intimidades más profundas de todo tipo de personalidades que acudieron alguna vez a una entrevista con él.[cita requerida]
Impunidad
Desde su asesinato, periódicos de alta circulación en Colombia han publicado artículos cuestionando el proceso de investigación de su muerte, pues no hay ningún detenido y el único acusado y condenado es Carlos Castaño, quien también ya falleció.[7]
El 9 de mayo de 2008, el desmovilizado paramilitar conocido por el alias de "Don Berna" de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) señaló en una indagatoria que a Garzón lo habían asesinado miembros de la banda criminal "La Terraza" la cual estuvo bajo órdenes del jefe paramilitar Carlos Castaño.[8]
Una investigación del programa Contravía de Holman Morris muestra indicios de la participación de agentes del Departamento Administrativo de Seguridad DAS (agencia de inteligencia del estado) en el desvío de la investigación usando falsos testigos.[9] Así mismo, el paramilitar Freddy Rendón Herrera conocido con el alias de "El Alemán" ha acusado a miembros de las fuerzas militares de estar involucrados como autores intelectuales del asesinato.[10]
Datos
Al día siguiente de su asesinato, se efectuó el funeral en Bogotá, provocando un acompañamiento masivo de admiradores que lamentaban su asesinato, colapsando las principales arterias viales de la capital de Colombia. Un desafortunado hecho al paso de las honras fúnebres fue el derrumbamiento de un puente peatonal cercano al cementerio, sobre la autopista norte de la ciudad, que cayó sobre un auto todoterreno estacionado debajo, causando la muerte de dos de sus tres ocupantes.[11] Las autoridades del Distrito Capital de Bogotá y las empresas contratistas fueron cuestionadas por tal desperfecto en la construcción.
Su restaurante favorito era El Patio, en la Macarena. Hoy en día hay un plato en su nombre y artículos y fotografías pueden verse en la pared.
Ferviente hincha del Club Deportivo Los Millonarios de Bogotá.